Bogotá D.C 6 de
julio de 2012
A quien le interese:
Siento gran indignación con lo
que somos, con lo que nos hemos convertido por la falta de tiempo, falta de
tiempo que nos ha quitado el mundo globalizado, el mundo de producción y
consumo que día a día nos vuelve menos humanos, menos solidarios , menos
respetuosos; no reconocemos la importancia de los otros y cuando hablo de
nosotros estoy hablando de los seres humanos, los animales, las plantas y la
tierra que hemos descuidado por el pensamiento o más bien el ideal de
individualismo que emerge en nosotros.
No me place ver el mundo en el
que vivimos, con tanta corrupción que desembocando los más profundos deseos de
incomprensión, deshumanización, ira, avaricia, entre otros que dejan al desnudo
lo que muchos dirían el lado oscuro del hombre.
Rechazo todos los actos de
corporaciones desalmadas que trafican con los hombres, con animales y con
plantas, esperando sacar de ellos solo un beneficio monetario que en realidad
no es nada, pienso que estos factores hacen del hombre un ser sin sentido ya
que llegamos a amar a un papel con signos numéricos o unas latas con grabados
disque patrios, vendiendo nuestra alma para conseguirlos.
Espero que realmente esto en un
futuro cambien, aunque en mi humilde opinión, siento que no va a cambiar, a no
ser de que cambiemos el valor a las
cosas, pues hay que hacer una canje de posturas de pensamientos, resignificando
lo que somos y para donde vamos, dándole
un peso enorme al sentir con los otros, a vivir con respeto y dignidad, a
valorar aquello que no tiene representación monetaria, a compartir y disfrutar
el mundo con armonía, sin distinciones, ni
clases sociales, para que realmente se pueda hacer algo por el mundo que
nos ha brindado tanto a nosotros.
Con el corazón indignado:
Katherin Benítez Junco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario