jueves, 5 de julio de 2012


Bogotá D.C   6 de julio de 2012


A quien le interese: 


Siento gran indignación con lo que somos, con lo que nos hemos convertido por la falta de tiempo, falta de tiempo que nos ha quitado el mundo globalizado, el mundo de producción y consumo que día a día nos vuelve menos humanos, menos solidarios , menos respetuosos; no reconocemos la importancia de los otros y cuando hablo de nosotros estoy hablando de los seres humanos, los animales, las plantas y la tierra que hemos descuidado por el pensamiento o más bien el ideal de individualismo que emerge en nosotros.

No me place ver el mundo en el que vivimos, con tanta corrupción que desembocando los más profundos deseos de incomprensión, deshumanización, ira, avaricia, entre otros que dejan al desnudo lo que muchos dirían el lado oscuro del hombre.

Rechazo todos los actos de corporaciones desalmadas que trafican con los hombres, con animales y con plantas, esperando sacar de ellos solo un beneficio monetario que en realidad no es nada, pienso que estos factores hacen del hombre un ser sin sentido ya que llegamos a amar a un papel con signos numéricos o unas latas con grabados disque patrios, vendiendo nuestra alma para conseguirlos.

Espero que realmente esto en un futuro cambien, aunque en mi humilde opinión, siento que no va a cambiar, a no ser de que cambiemos el  valor a las cosas, pues hay que hacer una canje de posturas de pensamientos, resignificando lo que somos y para donde vamos,  dándole un peso enorme al sentir con los otros, a vivir con respeto y dignidad, a valorar aquello que no tiene representación monetaria, a compartir y disfrutar el mundo con armonía, sin distinciones, ni  clases sociales, para que realmente se pueda hacer algo por el mundo que nos ha brindado tanto a nosotros.


Con el corazón indignado:

Katherin Benítez Junco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario